miércoles, 11 de noviembre de 2009

Salir de madrugada no es necesariamente una cuestión de obligación. Puede ser, claro, el fin de una noche "rondaora" . Volver es otro peligro, el que acecha cuando te despistas, cuando das la espalda, pero si giras la cabeza, perderás el frente.

2 comentarios:

  1. Sin saber si vas o vienes,
    si estás llegando o te marchas,
    cantas fandangos o jarchas,
    seguidillas y convienes
    rondar, así te entretienes.
    Haz como el del palo pinto,
    -nada a la luna es distinto-,
    todos debes enfrentar:
    el bueno y el regular,
    el malo y su mal instinto.

    Saludos.

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  2. bien rimas, compañero
    se ve que además de bloguero
    verseador y sandunguero
    te hizo la madre natura,
    más, como el tiempo es poco
    te diré que no eres loco
    si al fandanguear procuras
    una suerte lisonjera
    a quien ni siquiera la espera

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