miércoles, 2 de diciembre de 2009

la suerte del tren

es verdad, Marta! debemos hablar de golpes de suerte! comencemos...
Hoy, en el colmo de la suertudería (consultar próximo diccionario) alguien "potó" en el vagón de delante. Yo, por poco me quedo en ese vagón, pero mi enorme suerte hizo que me fuera al otro! no es alucinante? de este modo solo me llegaron algunas resonancias.... odoríferas, jajajaja.

3 comentarios:

  1. Creo que ya estoy en el sitio que estaba buscando y mira que doy vueltas

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  2. que si, guapísima que sí, aquí es

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  3. Yo tuve una suerte parecida. Para ir a Capri tienes que coger un ferry en Nápoles. En ese momento la mar estaba embravecida, como aquella que ahogó a Leandro el animoso cuando nadando iba a visitar a su amada (Soneto XXIX). Pues bien, que siempre me lío y me voy por otros derroteros, medio barco íbamos mareados. Yo me salí fuera para que me diera un poco el aire. Fuera también iba mucha gente. Quiso la diosa Fortuna que me cambiara al otro lado en el preciso momento en que una chica que se encontraba a mi izquierda vomitaba. Con el viento que hacía la "pota" (que dicen los jóvenes) llegó hasta una chica que se encontraba a mi otro lado, el izquierdo. Por unos segundos, los que tardé en moverme, tuve la suerte de que la vomitona no fuera a parar a mi cara. Se estrelló contra una chica que resultó ser la guía turística del grupo. ¡Eso es suerte?

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